Capilla del Carmen
Introducción
La iglesia de Santiago Apóstol de Alcazarén es un edificio románico-mudéjar [, siglo XIII-XIV,] del que subsiste únicamente la cabecera /Fig. 114); el resto del templo es obra barroca de los siglos XVII y XVIII (lxxxiii).
Don Diego Ramírez de Arellano, párroco en la iglesia de Santiago, solicitó licencia de obra al obispo de Segovia para construir una capilla dedicada a la Virgen del Carmen. Ese mismo cura "gratificó al P. Fr. Antonio de S. Joseph Pontones de la orden de Sn. Geronimo por la traza y condiciones de dicha capilla, (y) reconocimiento de su fabrica en tres veces" (lxxxiv); esta prueba documental refrenda que la citada capilla sea una de las obras indiscutibles dentro el catálogo del padre Pontones.
(Fig. 114). Exterior de la capilla del Carmen, adosada al ábside
mudéjar de la iglesia de Santiago, en Alcazarén, Valladolid.
Los anteriores párrafos forman parte del apartado dedicado a la "Capilla del Carmen" en la tesis doctoral:
"Fray Antonio de San José Pontones: Arquitecto, Ingeniero y tratadista en España (1710-1774)", presentada por Pablo Cano Sanz en la Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Geografía e Historia, en 2004.
Dicha tesis constituye, hasta el momento, la única monografía existente sobre la arquitectura del padre Pontones, investiga sobre este extraordinario monje jerónimo y su obra planteándose los siguientes objetivos: 1- Conocer la mayor cantidad de datos posibles sobre su biografía; 2- Elaborar un catálogo extenso de su obra; 3- Establecer cuáles on las características principales en su estilo; y 4- Perfilar el sentido, el valor y la trascendencia de su actividad arquitectónica.
Estilísticamente, la obra de fray Antonio representa una alternativa entre clasicismo español, barroco italiano e ingeniería francesa. Un apartado a tener muy en cuenta en el padre Pontones es su enorme producción artística; fray Antonio interviene en 171 edificios con más de 50 trazas documentadas, lo que le convierte, casi con toda seguridad, en el arquitecto más prolífico de su Orden. Otro de los aspectos de mayor modernidad son los puentes del padre Pontones, de gusto claramente francés, con una relación pila-vano de 1/4, cuando lo normal era 1/2 o 1/3 en nuestro país.
Entre los trabajos de este arquitecto, en lo relativo a Alcazarén, se encuentran: la "Capilla del Carmen" en la iglesia de Santiago Apóstol, el camarín dedicado a la "Virgen de la Vega" en la ermita del mismo nombre (también en esta web) y reparaciones en el puente "Mediana". Uno de los hallazgos más importantes de esta tesis doctoral fue la localización del mencionado camarín, diseñado por fray Antonio, pues se trata de una de las construcciones que mejor refleja el estilo de Francesco Borromini en España.
Continuando con el apartado dedicado a la capilla:
UNA OBRA DE NUEVA PLANTA: LA "CAPILLA DEL CARMEN" EN ALCAZARÉN.
La capilla estaba en construcción desde por lo menos el 13 de mayo de 1762 (lxxxv); la ejecución proseguía durante el 14 de marzo de 1763 (lxxxvi), aunque el estado final de cuentas de la obra no se presenta hasta el 6 de julio de 1768 (lxxxvii). El proceso constructivo corrió a cargo de José Muñoz y Fernando Álvarez, alarifes en la villa de Alcazarén; estos dos maestros reciben 735 reales por los 105 días "que se ocupar(o)n en la fabrica de dicha capilla hasta tejarla" (lxxxviii). Posteriormente, José Muñoz emplea otros 63 días en "jarrear las paredes de dicha capilla (y) hacer su media naranja", recibiendo un sueldo de 441 reales (lxxxix), e incluso este mismo maestro ocupará otros 5 días más en "embaldosar la capilla" (xc), labor por la que percibe 45 reales, pero contando con la ayuda de un peón.
Otros maestros que trabajan en la construcción son el cantero "Juan de Amezua Basabuchia" (xci), que recibe 161 reales por labrar y asentar la piedra de la capilla; Bartolomé González, vecino de Alcazarén, que sacó piedra para los cimientos y cajones de la obra; así como Manuel González, vecino de Valladolid, que recibe 320 reales por hacer una vidriera para la capilla (xcii).
Financiación y gastos en la obra.
Los promotores de la capilla de Nuestra Señora del Carmen fueron don Diego Ramírez de Arellano (xciii) y sus feligreses, quienes aportaron buenas cantidades de reales para que la construcción fuese llevada a buen término. No obstante, los auténticos "impulsores" (xciv) de la obra fueron los mayordomos de fábrica por ofrecer los donativos más cuantiosos. Sabemos que don Alejandro Pérez contribuyó con 2.000 reales de vellón (xcv) e Isabel Crespo, viuda de Francisco Calvo, con otros 1.000 reales (xcvi), aunque inexplicablemente la suma que se da en el estadillo final de donaciones no es de 3.000 reales sino de 2.880 (xcvii). Presentamos, a continuación, un esquema con el desglose de esas cantidades (xcviii), sobresaliendo la confidencialidad de una de las partidas, por ser la segunda más alta.
Resumen de las limosnas para la construcción de la capilla del Carmen: Mayordomos de fábrica Alejandro Pérez y Francisco Calvo 2.880 reales; Limosna secreta 2.080 reales; Feligreses y otros devotos 760 reales; El párroco Diego Ramírez de Arellano 550 reales; Total en limosnas 6.270 reales. Una cifra insignificante que fue suficiente para costear tanto los materiales como los salarios de los operarios, así se comprueba en las partidas presupuestarias.
Resumen de los gastos(xcix)(c): Materiales básicos 1.240 reales y 76 maravedíes; Materiales complementarios 1.340 reales y 30 maravedíes; Mano de obra 3.750 reales y 34 maravedíes; Suman los tres tipos de gastos 6.298 reales y 74 maravedíes (ci) [y "4" maravedíes en vez de "74", utilizando la equivalencia: 1 real = 34 maravedíes]. Se observa que el gasto total sobrepasa mínimamente la cantidad con la que se contaba para la construcción, esta paridad entre costes y presupuesto confirma que Pontones calculaba hasta el último detalle en el condicionado de la obra, ajustándose a cantidades generalmente muy bajas.
(...)(cii)(ciii)(civ)(cv)
Estudio arquitectónico.
La iglesia de Santiago presenta en planta (Fig. 115) tres naves, que aparecen sostenidas por pilares octogonales y muro perimetral, reforzado con estribos. Los tramos primero y tercero de la nave central están cubiertos a través de una bóveda de cañón con lunetos, mientras que el segundo tramo utiliza la bóveda de arista. Las naves laterales tienen la mitad de ancho con respecto a la central, cubriéndose nuevamente con bóvedas de arista, salvo en el primer tramo de la nave de la Epístola, donde aparece una bóveda de terceletes. El cuerpo de esta parroquia se complementa con un coro alto en los pies. Por último, la cabecera está formada por un ábside semicircular, precedido por un amplio tramo, escoltado por la capilla de la Virgen del Carmen y una torre de planta cuadrangular.
(Fig. 115, 116). Planta de la iglesia de Santiago: nº 1, capilla del Carmen.
La capilla muestra una planta centralizada en forma de cruz griega, pero con brazos de escasa profundidad (Fig. 116); el centro de esa cruz es un gran cuadrado, cuyos ángulos aparecen achaflanados para dar una mayor sensación de espacialidad. El paramento interior es totalmente liso, únicamente interrumpido por pilastras angulares de escaso resalte. Por encima se eleva la media naranja (Fig. 118), sin tambor ni linterna, asentada sobre un anillo moldurado en el que convergen cuatro pechinas sin labores decorativas. Se trata, en definitiva, de una planimetría tradicional y retardaria, que respira clasicismo en sus líneas maestras y barroco en el campo ornamental.
(Fig. 117, 118). Alzado y sección de la capilla del Carmen.
La capilla presenta forma casi cúbica en el exterior (Figs. 117-118), su alzado podría dividirse en las siguientes partes: zócalo pétreo, dos cuerpos divididos por línea de imposta, fuerte cornisa y un cimborrio totalmente transformado tras la última restauración, es posible que en su momento fuese un cuerpo prismático cuadrangular, cubierto a cuatro vertientes (cvi). Empleo de sillería isódoma tanto en los cimientos como en uno de los ángulos, aunque el material predominante es el ladrillo, cuya lisa disposición es interrumpida, únicamente, por dos vanos y una serie de verdugadas.
(Fig. 119). Planta de la obra trazada por el padre Pontones.
La auténtica innovación radica en la polifuncionalidad (Fig. 119) de este recinto devocional. Fray Antonio San José consigue que ese pequeño espacio actúe en primer lugar como capilla independiente (nº 1), ornamentada con un retablo dedicado a la Virgen del Carmen (cvii) y cuya figura principal es realzada por ujn trasparente rectangular (nº 2) (Fig. 120). En segundo lugar, Pontones posibilita que esa misma capilla se convierta en camarín (cviii), al abrir un segundo vano (nº 4) (Fig. 122) en el retablo de la nave del Evangelio, dedicado al Sagrado Corazón de María (nº 3) (Fig. 121), que recibe su correspondiente iluminación a través de un nuevo ventanal (nº 5), situado en su mismo eje direccional. Así pues, el padre Pontones saca el máximo partido a la luz dirigida, que exalta el fervor popular sobre esas dos imágenes marianas.
(Fig. 120). Retablo de la Virgen del Carmen, siglo XVIII, estilo rococó y cuyo transparente es obra del padre Pontones,
localización en la capilla del mismo nombre; cfr. Fig. 119, nº 2.
(Fig. 121). Retablo del Sagrado Corazón de María, siglo XVIII, barroco tardío, decorado con estípites y columnas
salomónicas; localización en la nave del evangelio; cfr. Fig. 119, nº 3.
(Fig. 122). Hornacina del retablo del Sagrado Corazón de María, vista desde la capilla del Carmen; cfr. Fig. 119, nº 4.
Obsérvese, asimismo, la pureza de líneas en la estructura arquitectónica creada por el padre Pontones.
Decoración.
Las yeserías desempeñan un papel artístico de primer orden en esta capilla, por dotarla de un ambiente propicio para sugestionar al devoto. La ejecución de esta obra corrió a cargo de Domingo Fernández Pedrosa, percibiendo 900 reales por los 75 días, "que se ocupó en la talla de yeso de d(ic)ha cap(ill)a" (cix). Pedrosa fue ayudado por un oficial, que recibe 216 reales por otros 36 días de trabajo. Los sueldos del maestro y su colaborador fueron ajustados en 12 y 6 reales respectivamente por don Diego Ramírez Arellano, que nuevamente supervisó hasta el último detalle de las partidas presupuestarias, indicando documentalmente que la manutención no fue incluida en esas remuneraciones (cx).
La experiencia demostrada por Pedrosa, como "ensamblador y tallista" (cxi) en Alcazarén, hace pensar que fue el autor de los diseños (cxii), aunque bajo la atenta mirada de fray Antonio, que supervisó hasta en tres ocasiones todo el proceso constructivo (cxiii), tanto en lo estructural como en lo decorativo, incluyéndose lógicamente las labores realizadas en yeso. Un presupuesto de 6.270 reales nos hace pensar que el padre Pontones sabía, desde un primer momento, que iba a realizarse una decoración de yeserías; por esta razón adoptaría una media naranja como simple cerramiento y de ese modo facilitaba la labor del tallista-yesero, que pudo desarrollar todo su ingenio, adaptándose a una sencilla estructura arquitectónica.
(Fig. 123). Planta de la capilla del Carmen; la estructura arquitectónica
se debe al padre Pontones, mientras que la decoración de la media
naranja es obra de Domingo Fernández Pedrosa.
El intradós de la cúpula presenta ocho fajas radiales (Fig. 123) (cxiv) y ocho segmentos trapezoidales que convergen en un pequeño anillo con cuatro cabezas de ángeles. Esta simple división arquitectónica aparece cubierta por una profusa y abultada red de yeserías (Fig. 124), sin sobrepasar su marco estructural, salvo cuatro puttis que se asientan sobre el anillo de arranque. El repertorio decorativo está formado por pilastras cajeadas, pedestales con placas recortadas, molduras mixtilíneas, estípites antropomorfos de tipo musical, aparatosos grutescos, volutas, frutos, graciosas sirenas sujetando una venera y ángeles en múltiples actitudes; un conjunto de elementos ornamentales que se repite alternativamente. Esta amplia gama de motivos posee una gran plasticidad no sólo por su volumetría sino por el empleo de colores intensos, que fueron pintados en 1774 por los doradores Roque Felipe y Segundo del Río, vecinos respectivamente de Cuéllar y Olmedo (cxv).
La constante supervisión que demostró don Diego Ramírez de Arellano a lo largo de todo el proceso constructivo nos hace suponer que el propio párroco pudo marcar el programa iconográfico de las yeserías en el que se produce una exaltación de la Virgen del Carmen (cxvi). El símbolo que muestra mayores novedades es el que figura justamente encima del retablo de Nuestra Señora, teniendo, por otro lado, la visión más fácil de cara al devoto. Se trata de un águila bicéfala coronada, cuyo cuerpo custodia el escudo carmelitano, mientras que con las garras sujeta la espada y el cetro; este símbolo es culminado por una cabeza de mujer, que debe identificarse con la Madre de Cristo, al aparecer tocada con el monograma mariano y con una corona imperial; esta iconografía se complementa gracias a otros atributos, como son el sol, la rosa, la palmera, el ciprés, la torre, el espejo y la luna, que hacen referencia al carácter inmaculado de María.
Este himno decorativo posee algunos paralelismos iconográficos y estilísticos con otras obras de la órbita castellana, andaluza e hispanoamericana (cxvii); esas correspondencias hacen que este conjunto de yeserías sea uno de los más importantes en la actual provincia de Valladolid.
(Fig. 124). DOMINGO FERNÁNDEZ DE PEDROSA. Yeserías en la capilla del Carmen.
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NOTAS
[lxxxi. Archivo General Diocesano de Valladolid (A.G.D.V.) Libro de fábrica de la iglesia de Hornillos, 1754-1830: "Cuentas que da Manuel Vadillo del 29 de junio de 1765 y finalizó otro tal de 1767 como sigue (...). Mas es data 58 r(eale)s de v(elló)n a Seg(un)do Zezilia, maestro de obras, vecino de Alcazarén por el trabajo de sentar el ladrillo en la obra de la yg(lesi)a nueba", fol. 88; obsérvese que por primera vez aparece como habitante de Alcazarén (Valladolid).]
[lxxxii. Puede verse más información sobre Segundo Cecilia en el siguiente documento: "25 de julio de 1769. Olmedo. Condiciones con las quales se ha de hacer la obra de la casa del señor Dn. Diego de Ulloa que está en la plaza de esta villa de Olmedo que su fachada cae a la plaza y linda con la calle de la Corredera y con Casa del Señor Dn. Gaspar de Alaiza y por la otra con la casa de Bernardo Martín Toledano. (...) me obligo a hacerla y toda la dicha casa segun condiciones referidas dandome todos los materiales maiores y menores necesarios puestos a el pie de la obra, me obligo a fabricarla, enladrillarla, y asentar puertas y bentanas en la cantidad de tres mil y trescientos reales de vellón (3.300) y quedando de mi cuenta todo, hasta dar llave en mano y a satisfaccion del dueño y reconocimiento de maestros la construire por la cantidad de diez mil reales de vellón (10.000) y así esta cantidad o la de manos han de ser entregadas por terceras partes iguales, la primera para comenzar, la segunda estando de mediada la obra y la última al tiempo de entregar la llabe, y lo firmo en Olmedo y jullio 25 de 1769. Segundo Zezilia. Fui presente Antonio Miguel de Rebenga". (A.R.CH.V. Pleitos Civiles, Varela (F) C.3.763-4, pieza titulada: "Compulsa de Autos entre Dn. Gaspar de Alayza vez(in)o de Vall(adoli)d y de Dn. Diego de Ulloa vez(in)o de Olmedo s(ob)re reparos de unas casas. Van con ella dos plantas de los maestros de obras", fols. 58-60), (Archivo de la Real Chancillería de Valladolid (A.R.CH.V.) Planos y dibujos, nº 738, planta de la citada casa, firmada por Segundo Zezilia. 430 x 250 mm. Tinta sepia).]
lxxxiii. Esta breve descripción fue aportada en primer lugar por MARTÍN GONZÁLEZ, 1970, pág. 71; posteriormente por BRASAS, 1977, pág. 15 y en tercer lugar por FERNÁNDEZ DEL HOYO, 1990, págs. 115 y 117.
lxxxiv. Archivo General Diocesano de Valladolid (A.G.D.V.) Libro de fábrica de la iglesia parroquial de Santiago de Alcazarén (Valladolid), años 1758-1840, fol. 57 vº; esta anotación corresponde a la liquidación de cuentas efectuada el 6 de julio de 1768; un documento que fue dado a conocer por FERNÁNDEZ DEL HOYO, 1990, pág. 115. Otras referencias que citan el descubrimiento documental de la anterior investigadora son GONZÁLEZ, ARAMBURU, ALONSO, POLO, 1991, pág. 519, así como REDONDO, MENÉNDEZ, 1996 (b), nota 103.
lxxxv. Este detalle se prueba con el siguiente documento: "Recivi de Isabel Crespo mil r(eale)s (de) vellon para la fabrica de la capilla de N(uest)ra S(eñor)a del Carmen que con licencia de su S(eñorí)a Il(ustrísi)ma se esta haciendo en mi yglesia. Alcazaren y maio treze de mil set(eciento)s y sesenta y dos. D. Diego Ramirez Arellano", (A.G.D.V. Libro de fábrica de la iglesia parroquial de Santiago de Alcazarén, años 1758-1840, fol. 23 vº); esta misma anotación aparece recogida en el texto de FERNÁNDEZ DEL HOYO, 1990, pág. 115, nota 21.
lxxxvi. "Recivi de Alexandro Perez vecino de esta villa de Alcazaren Maiordomo que fue de la Parrochial de Santiago de ella, mill y quinientos r(eale)s (de) v(elló)n tambien para aiuda a continuar la fabrica de la Capilla de N(uest)ra Señora del Carmen, (...). Y para que asi conste lo firmo en esta de Alcazaren a catorze de marzo de mill setez(ient)os sesenta y tres añ(o)s. D. Diego Ramirez Arellano". (A.G.D.V. Libro de fábrica ..., ibid., fol. 24).
lxxxvii. A.G.D.V. Libro de fábrica ..., ibid., fols. 54-57 vº, dato ofrecido por FERNÁNDEZ DEL HOYO, 1990, pág. 115, nota 23.
lxxxviii. A.G.D.V. Libro de fábrica de la parroquia de Santiago de Alcazarén, años 1758-1840, fols. 55 vº y 56.
lxxxix. A.G.D.V. Ibid., fol. 56.
xc. A.G.D.V. Ibid., fol. 56 vº.
xci. A.G.D.V. Ibid., fol. 56 vº.
xcii. A.G.D.V. Ibid., fols. 54 vº (Bartolomé González) y 57 (Manuel González).
xciii. FERNÁNDEZ DEL HOYO, 1990, pág. 115, señaló que don Diego Ramírez de Arellano no puede ser considerado como el "fundador o patrono de la capilla ya que ésta se construyó con la aportación de los fieles"; sin embargo, en las contribuciones que aparecen consignadas en el libro de fábrica de la parroquia de Santiago de Alcazarén se puede leer que de los 1.310 reales proporcionados por los feligreses "se incluyen los 550 reales que su merced (don Diego Ramírez de Arellano) ofreció de limosna" (A.G.D.V. Ibid., fol. 54 vº).
xciv. Realmente como veremos en las dos siguientes notas a pie de página eran "deudores" de la parroquia de Santiago de Alcazarén.
xcv. El 14 de marzo de 1763 entregó los primeros 1.500 reales y otros 500 reales más antes de la festividad de San Bernabé de 1764. No obstante, don Alejandro Pérez aún seguía debiendo otros 1.598 reales y 28 maravedíes "a la fabrica de dicha iglesia", tal como consta en el A.G.D.V. Ibid., fols. 24, 28, 28 vº y 54.
xcvi. Por su parte, la esposa de este segundo mayordomo de fábrica todavía debía 1.073 reales y 16 maravedíes en las cuentas efectuadas entre 1761 y 1764, (A.G.D.V. Ibid., fol. 28 y 28 vº).
xcvii. Una explicación a este desajuste puede encontrarse en el sueldo del padre Pontones. Los 120 reales que faltan pudieron ser la gratificación ofrecida por don Diego Ramírez de Arellano a fray Antonio de San José. Se trata de una cantidad que se asemeja a las de otras obras del arquitecto jerónimo; un claro ejemplo fue su intervención en la cercana torre de la parroquia de San Boal en Pozaldez (Valladolid) por la que percibió 100 reales, o la remuneración (44 reales) que recibía del Consejo de Castilla por cada día de trabajo. Si multiplicamos esa cifra por los tres reconocimientos efectuados en la parroquia de Alcazarén nos daría la suma de 132 reales, un montante muy similar al que falta en el balance final de limosnas para la construcción de la Capilla del Carmen.
xcviii. Cifras que han sido tomadas del A.G.D.V. Ibid., fol. 54 y 54 vº.
xcix. Todas estas cuentas han sido extraidas del A.G.D.V. Libro de fábrica de la parroquia de Santiago de Alcazarén, años 1758-1840, fols. 54-57 vº.
c. Evidentemente el yeso y el espejuelo pueden ser considerados como materiales básicos en cualquier obra, pero en la capilla del Carmen tienen un amplio desarrollo en la ornamentación y por esa circunstancia los hemos considerado como gastos complementarios, que se suman a las partidas de la vidriera y de las rejas.
ci. Esta cifra está tomada del libro de fábrica de la parroquia de Santiago de Alcazarén (A.G.D.V. Ibid., fol. 57 vº), cometiéndose un error en la suma porque realmente el montante real de todas las cantidades es de 6.294 reales y 140 maravedíes. [utilizando la equivalencia: 1 real = 34 maravedíes, se llega a 6.298 reales y 4 maravedíes. Puede haberse errado en la escritura o lectura de los maravedíes, "74" en vez de "4"]
cii. El salario diario de cada una de estas categorías está tomado del A.G.D.V. Libro de fábrica ..., ibid., fols. 54-57 vº.
ciii. Así consta en dos puentes de Salas de los Infantes (Burgos) donde Pontones emplea 14 días en realizar el viaje, el reconocimiento y la traza en las mencionadas obras públicas de esa localidad, cobrando un total de 616 reales lo que nos da un sueldo diario de 44 reales o si se prefiere 4 ducados: A.H.N. Consejos, leg. 27.053, exp. nº 2, pieza titulada: "Salas de Infantes. Año de 1758", fol. 107-107 vº.
civ. Las partidas de yeso y espejuelo han sido incluidas en materiales complementarios porque el apartado decorativo tiene un gran desarrollo en la capilla del Carmen, característica que debemos dejar al margen en otras de sus obras, como el camarín de la ermita de la Virgen de la Vega de Alcazarén.
cv. Esa cantidad de reales aparece registrada en los siguientes fuentes documentales: [Biblioteca del Colegio de Santa Cruz de Valladolid] (B.C.S.V.) Libro Becerro de La Mejorada, ms. 258, fol. 17 (verano de 1765) y Archivo Histórico Nacional (A.H.N.) Clero, libro 16.406, fol. 68 (entre el 27 de mayo de 1763 y el 27 de mayo de 1766).
cvi. La actual cubrición fue proyectada por los arquitectos don Fernando María Inglés Musoles y don Ángel Luis Fernández Muñoz en julio de 1985; se trata, según sus propias palabras, de una "falsa cúpula sobreelevada sobre la primitiva". Los planos que el lector puede observar sobre la iglesia de Santiago de Alcazarén han sido fotocopiados gracias a la gentileza de don Maximiliano, párroco de Alcazarén y a las facilidades que siempre nos dio el arquitecto don Carlos Gamarra.
cvii. Fue realizado por Segundo Ibáñez, maestro tallista residente en Olmedo que percibió 1.260 por la realización del retablo, aunque su coste total ascendió hasta 1.495 reales (A.G.D.V. Libro de fábrica de la parroquia de Santiago de Alcazarén, cuentas desde San Bernabé de 1769 hasta el mismo día de 1770, fol. 75 vº); la autoría de ese retablo es recogida también por FERNÁNDEZ DEL HOYO, 1990, nota 32.
cviii. El primer investigador que incide sobre esta segunda función de la capilla del Carmen es MARTÍN GONZÁLEZ, 1967, págs. 176 y 178, así como la fig. 82 de dicho libro, donde representa la incidencia de la luz en dicho recinto; una copia de ese plano aparece en BRASAS, 1977, pág. 17.
cix. A.G.D.V. Libro de fábrica de la parroquia de Santiago de Alcazarén, años 1758-1840, fol. 56 y 56 vº; documento publicado por FERNÁNDEZ DEL HOYO, 1990, pág. 115, nota 27.
cx. Sobre todos estos datos puede verse A.G.D.V. Ibid., fols. 56 y 56 vº.
cxi. Términos tomados de FERNÁNDEZ DEL HOYO, 1990, pág. 115; esta misma investigadora indica que Pedrosa se considera "maestro arquitecto y tallista", así consta en el A.G.D.V. Libro de cuentas de la ermita del Humilladero de Alcazarén, años 1726-1764, (ibid., 1990, nota 31).
cxii. Interpretación ofrecida por FERNÁNDEZ DEL HOYO, 1990, pág. 115, notas 28-31, quien realiza una interesante aproximación a la vida y obra de este artista.
cxiii. A.G.D.V. Libro de fábrica de la parroquia de Santiago de Alcazarén, años 1758-1840, fol. 57 vº.
cxiv. Llama la atención el empleo de ocho músicos que compartimentan el espacio, al igual que hacian otros ocho apóstoles en la capilla de San Juan de Sahagún, perteneciente a la iglesia de San Martín de Valladolid, que podemos considerar como un precedente tipológico en el esquema compositivo, aunque el repertorio decorativo es totalmente diferente; esta última obra también ha sido analizada por FERNÁNDEZ DEL HOYO, 1990, págs. 114-115.
cxv. La anotación sobre estos dos últimos artistas está tomada de FERNÁNDEZ DEL HOYO, 1990, pág. 116, nota 32, (A.G.D.V. Libro de fábrica de la parroquia de Santiago de Alcazarén, años 1758-1840, fol. 90); también se debe tener en cuenta que este conjunto ha sido restaurado hace pocos años.
cxvi. Diego Ramírez de Arellano (¿?-1781), natural de Navarrete (Álava), fue un párroco con una posición económica desahogada que contribuyó, tal como ya vimos, con 550 reales en el presupuesto total de la obra. En segundo lugar, don Diego fue un hombre que supervisó hasta el más mínimo detalle en todo lo que estuviese relacionado con la nueva capilla, tal y como reflejan las precisas anotaciones que aparecen en el libro de fábrica de la parroquia de Santiago de Alcazarén, (A.G.D.V. Ibid., fols. 23-24, 28-28 vº y 54-57 vº); esas constantes indicaciones de don Diego Ramírez de Arellano a lo largo de toda la obra y su formación teológica nos hacen pensar que él mismo pudo aportar el mencionado sistema iconográfico; más información sobre la vida de este sacerdote en FERNÁNDEZ DEL HOYO, 1990, nota 22.
cxvii. Nos remitimos sobre este aspecto al profundo estudio de FERNÁNDEZ DEL HOYO, 1990, págs. 115-116, de quien, asimismo, hemos tomado muchos de los comentarios iconográficos anteriores.
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ABREVIATURAS
A.C., Actas capitulares; aprox., Aproximadamente; cª., Caja; cap, Capítulo; carp., Carpeta; cfr., Confróntese; ed., Edición; exp., Expediente; fac., Facsímil; fol., Folio; ibid., Igual que el anterior; ms., Manuscrito; nº., Número; ob. cit., Obra citada; pág., Página; reg., Registro; s.f., Sin foliar; ss., Siguientes; vº., Vuelto; vid., Véase.; vol., Volumen.
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