Edades del Hombre

(EFE 2007-06-20)

Las Edades del Hombre nacieron en una chimenea de Alcazarén (Valladolid)

Las Edades del Hombre, el proyecto religioso y cultural de las diócesis de Castilla y León que en octubre cumplirá dos décadas de vida, se gestó junto al fuego de una chimenea en la localidad vallisoletana de Alcazarén mientras asaban patatas el sacerdote José Velicia y el escritor José Jiménez Lozano.

Veinte años después, más de ocho millones de personas han visitado las catorce exposiciones de arte sacro convocadas hasta la fecha, una serie 'que se debe pura y exclusivamente a que la idea se le cayó de las manos a José Velicia mientras asábamos patatas en la chimenea de la cocina donde trabajo con frecuencia'.

Jiménez Lozano lo explicó así esta tarde en Valladolid durante una charla en la que evocó la figura de su amigo, fallecido hace diez años, como 'un hombre inmerso y preocupado en el mundo de la cultura como quien en él respira: singularmente en el ámbito del arte y de la música en especial, además de lector practicante'.

Velicia, según recordó el autor de 'Guía espiritual de Castilla' y de los guiones de las primeras exposiciones de Las Edades del Hombre, 'acababa de llegar de Barcelona, donde había visto una exposición de joyas artísticas pero como amontonadas, con un excelente pero frío criterio académico'.

¿Qué podríamos hacer en esta tierra nuestra para mostrar el patrimonio artístico de ella? Y nos pareció que podría hacerse de otro modo más vital, según la sucesión del arte religioso', desveló Jiménez Lozano, autor de una obra fraguada en medio centenar de libros y distinguida con los principales galardones de la literatura hispana, entre ellos el Premio Cervantes (2002).

Tales fueron los orígenes, en torno al año de 1986, de aquel 'medio sueño, medio invento, que se hizo medio jugando', se bautizó con el lema de Las Edades del Hombre y consistió en 'ese sacar a la calle aquellas hermosuras (pinturas, esculturas y enseres litúrgicos) pero sin arrancarlas del sentido y de la fuente de donde habían nacido', añadió el narrador.

El arte sacro se convirtió así en un motor de evangelización y de difusión del patrimonio eclesiástico, en un diálogo entre fe y cultura que aún hoy perdura con una nueva exposición ('Yo camino), de inspiración jacobea, en la basílica de La Encina e iglesia de San Andrés en Ponferrada (León).

El proyecto cobró forma el 30 de octubre de 1987 con la firma, en el Salón del Trono del Palacio Arzobispal de Valladolid, de un convenio de colaboración entre las Diócesis de Castilla y León y la entonces Caja Salamanca (hoy Caja Duero), para impulsar esa tarea cultural durante cinco años.

Las catedrales de Valladolid (1988-1989), Burgos (1990), León (1991-1992) y Salamanca (1993-1994) acogieron esa primera y única fase prevista, de las cuales fue comisario general José Velicia y Jiménez lozano autor de sus guiones, así como de los ensayos que con el sello de Las Edades del Hombre se titularon 'Los ojos del icono' (1988) y 'estampas y Memorias' (1990), además del texto de una Cantata (1993).

José Velicia continuó al frente de una segunda fase de Las Edades del Hombre que comenzó en la seo de Amberes -Bélgica- (1995) y continuó en la de El Burgo de Osma -Soria- (1997) cuando, a poco de inaugurarse ésta, le sobrevino la muerte el 19 de junio de 1997.

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