Ermitas
Ermita del Cristo del Humilladero (1) (2)
Siglo XVIII, estilo barroco, con materiales que nos recuerdan el estilo mudéjar tan habitual en esta zona (3). Es centro cultural y está situada al final de la calle del Cristo (prolongación de la calle Real) frente a lo que fue el campo de fútbol "Las cruces" hoy urbanizado. Antes de ser centro cultural, las distintas reparaciones y arreglos de la ermita se realizaban con lo que aportaban los feligreses. Su mantenimiento tuvo problemas, ya en 1838 el párroco de la villa escribía en los libros de la ermita, lamentándose de la desaparición (temporal) de la cofradía, recordando con nostalgia el pasado esplendor de las devotas tradiciones del pueblo (4).
Se orienta en dirección este - oeste, es decir, perpendicular a la directriz del Camino Real, a la que abre la fachada principal. Además, abre puerta más pequeña, de servicio, en el costado de la Epístola, el que da frente a la población, siguiendo una tradición que es especialmente frecuente en los territorios de la antigua diócesis de Segovia, a la que perteneció.
El templo es de grandes proporciones para ser una ermita y tiene cruz latina y sacristía adosada a la cabecera, siguiendo el eje principal del templo. Está construido en tapial con verdugadas de ladrillo, con contrafuertes y fachada de este material.
En la fachada deja ver una decoración de bandas y pilastras que dan un mínimo juego de luces y sombras al lienzo. Se remata en frontón de forma similar a los modelos conventuales tradicionales. En esta ocasión se sustituyen las habituales bolas por una especie de flameros, todo en ladrillo, y se monta una espadaña con hueco para una campana (5).
En el interior, bóveda de medio cañón con lunetas en la nave y cúpula sobre pechinas en el crucero, todo ornado de vistosas yeserías que hacían en 1742 dos artistas locales (6). Trece años más tarde (1755 ó 1775?) se encarga el retablo al iscariense Domingo Fernández Pedrosa, que lo ejecuta en estilo rococó y lo deja sin pintar ni dorar, tal y como nos ha llegado a nuestros días. En este retablo se instaló, dentro de una hornacina trilobulada, la imagen del Cristo, que data del segundo cuarto del XVI. Domingo Fernández Pedrosa realizó otras dos tallas en Alcazarén, el retablo de la iglesia de San Pedro y del altar de la Virgen del Carmen en la iglesia de Santiago; también figura como ensamblador y tallista en otras localidades de la zona.
En 2002 el retablo y el Cristo de la ermita se restauraron por Carlos Rodríguez de la Iglesia, no cobrando nada por ello.
El 14 de septiembre se celebra el día del Cristo. Ese día, el cura y los cofrades salen desde la plaza mayor hacia la ermita en donde se celebra la misa, antiguamente acompañados por banda de música. Después, los cofrades invitan a un aperitivo y por la noche suele haber baile y entrega de los premios de la rifa del Cristo.
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(1) Muchas de las ermitas (de eremita y esta del griego eremítes, "yermo, desierto") se construyeron en los siglos XVI y XVII, habiendo pueblos con hasta siete u ocho. Estas son, normalmente pequeños, templos dedicados a una sola advocación, principalmente a Jesús y María, y en algunos casos a algún santo. Se construían a las afueras de los pueblos o en pleno campo y eran atendidas la mayoría de las veces por piadosas mujeres que cuidaban de su limpieza y alumbrado. Alguna vez se celebraba misa en ellas. Las ermitas han ido desapareciendo, siendo ahora el número habitual de una o dos en cada pueblo y en muchos casos ninguna.
(2) La palabra humilladero significa: lugar devoto que suele haber en las entradas o salidas de los pueblos y junto a los caminos, con una cruz o imagen. El antecedente de la ermita es pues, una cruz de piedra que se levantaba a la entrada de los pueblos y a la que se le daba el nombre de humilladero porque ante ella los antiguos cristianos observaban la piadosa costumbre de humillarse cuando pasaban inclinando la cabeza o doblando la rodilla. Después, junto a estas cruces se construyeron ermitas dedicadas al Cristo crucificado pasando el nombre a la ermita. En muchos pueblos se les llama la ermita del Cristo del Humilladero por referencia al lugar que así denominaron siempre.
Actualmente en la ermita hay 6 cruces antiguas, en el exterior en el lado del Evangelio, estas cruces formaban parte del vía crucis, ver nota (3), que existió hasta el primer tercio del siglo XX, desaparecieron el resto de cruces hasta la iglesia de Santiago. Recientemente (2002) se ha añadido una séptima cruz, la Cruz de los Caídos, que anteriormente se encontraba en la plaza de los Pinos.
Con relación a las cruces, en el lado opuesto de la villa y a la salida de la misma, en donde confluyen el camino de Mojados y el camino de Carrapozuelo (el vértice sur del polideportivo) se encontraba la cruz de San Sebastián, desaparecida en el primer tercio del siglo XX. Esta era una cruz de regular tamaño con el tronco y brazos redondeados.
(3) Archivo Histórico y Provincial de la Provincia de Valladolid, prot. 10203, fol. 48: En la villa existía una pequeña ermita dedicada a San Roque, y a mediados del siglo XVIII se construyó otra de grandes proporciones, dedicada al Santísimo Cristo, junto a la que, en 1777, se estaba construyendo un "Calvario de piedra".
(4) Libro de cuentas de la ermita del cristo del Humilladero. 1838. Habiéndose hundido en el pasado mes de enero de este año el tejado del brazo que mira al pueblo y que forma el crucero de la ermita del Santísimo Cristo del Humilladero perteneciente a la parroquia de Santiago en esta villa, estándose para hundir el otro brazo de enfrente y necesitando además un retejo general en el tejado de la sacristía como el del cuerpo de la iglesia por las muchas goteras que tiene y no existiendo ya la cofradía, ni teniendo fondos para disponer la reparación... no debiendo mirar con indiferencia un abandono de una ermita que merece todo sacrificio, y no dudando que si cesasen las circunstancias que desgraciadamente afligen a la nación, se restablecería la muerta cofradía o los vecinos formarán otros medios para tributar al Santísimo Cristo...
(5) Humilladeros de la provincia de Valladolid, José Ignacio Sánchez Rivera - Eduardo González Fraile, 2003, pp. 37-39.
(6) Catálogo Monumental (Olmedo), p. 19. En 1742 se empieza a pagar la obra del crucero, de las bóvedas y cúpula de la ermita que habían contratado los maestros de Alcazarén, José Toral y Antonio Cecilia.
Ermita de Santa María, Virgen de la Vega (7)
Siglo XVI o anterior (como se indica en otro apartado de esta web, consta documentalmente su ya existencia en 1552). Lo que se encuentra en pié hoy día (año 2001) es el camarín de la Virgen, que se añadió a la ermita en el siglo XVIII, éste se reconsagró el 13 de septiembre de 1951, según reza una nota que había bajo la placa del ara.
La ermita, según informes verbales, era de gran tamaño (unos 18 m de largo). Hacia finales de la década de 1920 se destruyó pues su techo estaba en ruina. Según testimonio de algún vecino debió tener atrio soportalado y espadaña. Por aquel entonces se celebraban en ella los responsos y se practicaban autopsias si era requerido, esto último se ha continuado realizando en el camarín hasta la década de 1980. También cuentan que su pequeña campana desapareció.
La ermita pasó a ser el cementerio general durante la regencia del general Espartero (1840 -1843). Ya a raíz de la epidemia de cólera de 1834 se comenzó a utilizar como camposanto, lejos de la población para evitar contagios.
Las fiestas del pueblo se han celebrado hasta hace pocos años (2002) el 8 de septiembre, día de la Virgen de la Vega. Se sigue celebrando en esa fecha el día de la Virgen, patrona del pueblo.
Para una información más detallada de esta ermita y de su historia veanse los apartados Ermita de la Virgen de la Vega y Fiestas de antaño (El Corpus y la Virgen de la Vega), por Carlos Arranz Santos.
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(7) La ermita estaba situada en un paraje denominado la vega (que significa tierra baja, llana y fértil, a veces sinónimo de huerta), por lo que el nombre de la ermita era la de ermita de la Virgen de la Vega. De igual manera que existen muchos pueblos con ermitas en antiguos humilladeros, también hay bastantes con ermitas en vegas y con el nombre ya mencionado.
Ermita de San Roque
Pequeña ermita, ya desaparecida (a mediados del siglo XX), que se encontraba frente a la ermita del Cristo (8), justo donde comienza la calle de San Roque. Se tienen referencias de esta ermita, y de otra llamada de San Martín, en documentos parroquiales del año 1562. La imagen de San Roque (9) se conserva en la iglesia de Santiago.
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(8) Por la parte sur extramuros de la villa, se encuentran dos ermitas: una dedicada a San Roque y otra llamada del Cristo, de arquitectura "romana". Madoz, P.: Diccionario Geográfico... de España..., Madrid, 1845, t. I, p. 500.
(9) San Roque nació en Montpellier, en el siglo XIII, y ya vino al mundo con un signo divino, pues en su pecho había una señal roja en forma de cruz.
Cuando iba de peregrinación a Roma, Roque se dedicaba a curar a los apestados, hasta que la misma peste le sorprendió y cayó enfermo. En estas circunstancias, Roque se retiró a un bosque, en el que hizo brotar un manantial para poder beber. Allí, mientras un ángel curaba sus llagas, un perro le llevaba cada día pan como alimento.
Finalmente, Roque volvió a su lugar natal, Montpellier, donde fue hecho prisionero. Murió en el cautiverio, siendo reconocido por su marca.
Al sacar el cuerpo sin vida de su celda, vieron escritas en la pared las siguientes palabras:
"Quien se vea atacado de la peste y recurra a Roque, obtendrá amparo en su enfermedad"
Nota 2: En numerosos lugares de España se conjuraba la peste escribiendo las letras VSR en las paredes de la casa, que significaban "Viva San Roque".
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